Gestión
Inteligencia emocional aplicada
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Por: root el 2 de mayo de 2023

Sabemos que la inteligencia emocional aplicada es la habilidad de reconocer, entender y gestionar las emociones propias y de los demás, para poder tomar decisiones acertadas en situaciones complejas. 
Es una herramienta crucial en la vida personal y profesional que nos permite mejorar nuestras relaciones interpersonales, tomar decisiones informadas y lograr el éxito en diferentes ámbitos.
En el mundo actual, donde todos nos encontramos en constante interacción, la inteligencia emocional aplicada se ha vuelto esencial para el desarrollo de habilidades sociales y emocionales que permitan a las personas adaptarse a situaciones cambiantes y enfrentar retos de manera efectiva.
Al desarrollar la inteligencia emocional aplicada, se pueden mejorar competencias como la autoconciencia, la autorregulación, la motivación, la empatía y la habilidad social, todas estás, herramientas esenciales, que son relevantes para el éxito vital. 
Por ejemplo, una persona que posee alta inteligencia emocional puede reconocer sus emociones en momentos de estrés, regular sus emociones de manera efectiva y tomar decisiones más informadas y coherentes.
Es importante destacar que la inteligencia emocional aplicada no trata de suprimir las emociones o negarlas, sino de aprender a reconocerlas y gestionarlas de manera efectiva, para poder tener una mejor calidad de vida y relaciones saludables. 
En resumen, la inteligencia emocional aplicada es una herramienta esencial para el éxito personal y profesional, y su desarrollo es clave para mejorar la calidad de vida y las relaciones interpersonales.
¿Cómo podemos mejorar las distintas competencias de la inteligencia emocional? 
Una forma es mediante prácticas que nos ayuden a regular nuestra fisiología y nuestras emociones, en busca de una salud biológica, psicológica y social óptima, y un estado de bienestar integral que no se limite a la ausencia de afecciones o enfermedades. 

Trabaja sobre tu autoconciencia, la autorregulación,  la motivación, la empatía y la habilidad social.

1. Autoconciencia: 

- Practica la meditación y la atención plena para conectarte con tus emociones y pensamientos en el momento presente. Por ejemplo, toma unos minutos cada día para centrarse en la respiración y observar los pensamientos y emociones que surgen.
- Llevar un diario emocional para registrar y reflexionar sobre tus estados emocionales a lo largo del día. Esto te ayudará a identificar patrones y desencadenantes emocionales.
- Pregúntate a ti mismo para profundizar en tus motivaciones, valores y necesidades. Por ejemplo, pregúntate "¿Qué es lo que realmente quiero en esta situación?" o "¿Qué valor o necesidad estoy tratando de satisfacer?"

2. Autorregulación: 

  • Practica técnicas de relajación, como la respiración profunda o la visualización, para reducir la intensidad emocional y recuperar la calma en situaciones estresantes. Practica, por ejemplo la técnica de respiración 4-7-8, también conocida como «respiración relajante«, que consiste en inspirar durante 4 segundos, retener la respiración durante 7 segundos y exhalar durante 8 segundos. Este patrón de respiración tiene como objetivo reducir la ansiedad y/o ayudar a dormir.
  •  Aprende a reconocer y cuestionar tus pensamientos automáticos negativos, el llamado “pensamiento catastrofista”, para reducir su impacto en tus emociones y comportamientos. Por ejemplo, si te encuentras pensando "soy un fracaso" en respuesta a un error, pregúntate "¿Esto es realmente cierto? ¿Qué evidencia tengo para apoyar esta afirmación?"
  • Identifica los desencadenantes emocionales y desarrolla estrategias para afrontarlos. Por ejemplo, si el estrés te lleva a comer en exceso, planifica alternativas saludables como hacer un paseo por tu zona o una reunión con  amigos.

3. Motivación: 

  • Establece objetivos a corto y largo plazo que se alineen con tus valores y necesidades personales. Pon todo por escrito, en una aplicación. Esto te ayudará a mantener la motivación y el enfoque a largo plazo.
  • Encuentra  formas de hacer que las tareas sean más interesantes o significativas. Por ejemplo, si no disfrutas de la tarea de escribir informes, intenta conectarla con la importancia de tu trabajo o establece un desafío personal para ti mismo.
  • Practica el autorreforzamiento para celebrar tus logros y mantener una actitud positiva hacia ti mismo y tu trabajo.

4. Empatía: 

  • Practica la escucha activa para entender mejor las perspectivas de los demás. Esto implica prestar atención a las palabras, el tono de voz y el lenguaje corporal de la otra persona.
  • Busca oportunidades para practicar la empatía, como ofrecer ayuda a alguien que está pasando por una situación difícil o simplemente llamarlo y preguntarle cómo se siente.
  • Toma perspectiva de los demás imaginándote cómo se sienten y pensando en cómo se podrían sentir en una situación determinada.

5. Habilidad social: 

  • Practica habilidades de comunicación efectiva, como la claridad y la escucha activa, para mejorar las relaciones interpersonales.
  • Desarrolla la capacidad de negociación para encontrar soluciones que satisfagan a ambas partes.
  • Practica  la resolución de conflictos de manera efectiva, a través del diálogo constructivo y la negociación de soluciones.

Entender y aprender que es la inteligencia emocional aplicada nos permite acceder a un recurso de un valor indescriptible que nos será útil a lo largo de toda nuestra vida.
 

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